2 December 2013

cita con las sugababes primigenias


MKS aka Mutya Keisha Siobhan aka Sugababes 1.0 han estado realizando un limitadísimo tour por tierras inglesas durante este mes de noviembre bajo el pomposo título de The Sacred Three.

Las Sugababes 1.0 nunca fueron el producto perfecto para masas. Eso ocurrió tras la marcha de Siobhan, la peliroja; lo que supuso el cambio de discográfica, la llegada de un reemplazo, Heidi y el giro electrónico vía Richard X y a partir de ahí la revalorización de Sugababes como girlband.

La primera formación de Sugababes  aportó esa cosa 'diferente' con la que un maricón marginado y adolescente podía sintonizar a primeros del 2001. La carencia  en su propuesta de elementos propios del pop teen, tomando a los S Club 7 como ejemplo, convertían la alternativa en realidad. Su existencia reafirmaba la de uno mismo.



Esto, que tal y como escribo pudiera sonar a filosofía de supermercado, al final no es más que  un recuerdo de un pedacito de mi vida y que de manera inconsciente impulsa mi viaje a Glasgow y el reencuentro con la música que dio significado a momentos poco propicios.

Y digo Glasgow porque sí, la segunda actuación del trío tenía lugar el domingo 10 en un conglomerado de salas llamado O2 Academy en el mismísimo centro de dicha ciudad. Y para allá que fui. Lo tenía todo planeado desde septiembre: los billetes de avión, la entrada, el Bed & Breakfast... el sábado salí del aeropuerto del Prat rumbo a Glasgow por cortesía de la tercermundista Ryanair.

Glasgow es frío y casas victorianas. Es contemporáneo y rancio. Es oscuridad y brillo. Es mezcla segregada. Glasgow es todo a la vez. Una maravilla.

Llegué a media tarde, las calles vacías y la gente agolpada en pubs y restaurantes cenando a las cinco y media de la tarde. Catedrales, iglesias y universidades a cascoporro.

Domingo, siete de la tarde y cuatro gatos... éramos los que nos encontrábamos a las puertas del tal O2 Academy o un Razzmatazz a la escocesa. Tras dos horas y cuarto de sesión Dj, repetida como tres veces, y un telonero interesante pero demasiado preocupado en impactar a base de gorgoritos, la sala se llenó. De la nada apareció toda la gente que un concierto de MKS merecía y  a las 9 y cuarto, tal vez y veinte, empezó a sonar Promises con el escenario todavía vacío. Se encendió la mecha:



Y Lo que vino a continuación fue un recorrido escuetísimo y desacomplejado por el repertorio de la banda hasta la marcha de Mutya. Sonaron Run For Cover, Freak like Me, Too Lost In you y sorprendentemente también lo hizo Hole In The Head -se rumoreaba que Keisha y Mutya aborrecían las producciones que Brian Higgins y Xenomania habían hecho para ellas, zas! en toda la boca.
Push The Button fue otra que no esperaba que interpretasen. Quién le hubiese dicho a Siobhan en los tiempos de Revolution In Me o Ghosts, sus joyas infravaloradas como solista, que acabaría cantando las estrofas de su propia sustituta. Impagable.

Los hits clásicos se fueron alternando con material inédito. Aparte del notorio Flatline, Boys y Today demostraron estar a la altura del trío. I'm Alright y No Regrets necesitan mejorar.

Y poco más puedo añadir. Una EXPERIENCIA RELIGIOSA.

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