HIELO INCANDESCENTE: GRAHAM NEWEY

La semana pasada se publicó en formato digital Neonium, primer disco de Graham, un viaje espacial en busca de cualquier rastro de vida humana: ideales personales; personajes ilustres; tiranía social; promiscuidad; rupturas selladas con rencor; amor; más amor autobiográfico; desencanto tecnológico... y así hasta completar un tracklist de doce canciones, siete de ellas inéditas, más otras cinco pertenecientes a su etapa Myspace, puestas al día para la ocasión, además de dos interludios.

El recurso galáctico sirve para ensamblar un repertorio  de temática variada al servicio de una producción compacta y encomiable (labor del propio Newey junto a Miki Hernández), tecnopop metalizado arropado por letras sentidas. Y son esas letras, precisamente, el mayor acierto y a la vez lastre del disco, dualidad constante: acierto porqué son genuinas, y no me refiero a originales, genuino es proceder como crees que debes hacer aún sabiendo que no vas a resultar original, justo lo contrario a lo que, aveces, suelen inculcar en cualquier carrera artística esos artistas frustrados convertidos en aburridos funcionarios de la rama de la enseñanza, dejar atrás tus 'tics', 'vicios', y 'recursos personales', abandonar las señas de identidad. Y lastre porqué la naturalidad y simplicidad (bien entendida), falta de pretensiones al fin y al cabo, cotizan a la baja en un mercado devorado por el marketing más feroz.

Y me alegro de que Graham se haya pasado por el forro toda esta teoría analítica que sólo sirve para parir obras sin alma. Ser fiel a tu propia utopia, muchas veces, es el único camino  para encontrar verdad en lo que se hace.

Y junto a Utópico, nexo de unión de un tracklist heterogéneo, también recomendaría el momento eurodance noventero de El Futuro; la Petshopboyana (y me quedo tan ancho) Biografía No Autorizada; la cucada que recibe el nombre de La Habitación 303; el single presentación Éxodo -la más ambiciosa a nivel sonoro- y lo tragicómico  del interludio Naturaleza Digital, muy posiblemente interpretado por su hermana, Rebecca Newey.

Sobre las versiones actualizadas de los temas ya conocidos, su reconversión resulta, en general, bastante acertada: Oh La La suena más melódica; Moda 'electrificada' recuerda a cualquier hit de la Spears; Maria Antonieta y Te Recordaré Esta Canción mantienen prácticamente su producción original y un pequeño 'pero' para Polvo y Mariposas, una lástima lo hipervitaminado de su acabado final, tanto chumba-chumba desdibuja su mensaje.

Jesusito de mi vida y de mi corazón, que este sólo sea el principio de una larga carrera, plagada de éxitos.